Soñar despierto: Representarse en la fantasía imágenes o sucesos.
Eso es lo que llevo haciendo desde que entré por primera vez al Polideportivo Municipal Luís Riera Posada, más conocido en Oviedo como "Pumarín". Fue allá por mayo del 2010, un amigo me animó a entrar en el pabellón en donde todo puede pasar, para, además, ver por primera vez cómo ocurría. El equipo estaba dolido, venía de Granada, allí había perdido de 16 contra el Atarfe en el partido de ida, el fin de semana anterior. El viaje de regreso fue doloroso para los nuestros, pero aquel sábado de mayo les haríamos olvidar la derrota. Los cinco escalones de la grada de cemento que albergaban a la afición se vistieron con sus mejores galas. En cada sitio, un papel con un +17 impreso en azul y blanco para ser levantado, una garganta preparada para celebrar, un alma lista para ser entregada a unos jugadores que hicieron lo propio. Dos horas después, Oviedo lo había logrado: nos fuimos a casa con una victoria por 26 puntos de diferencia, el pase a la segunda ronda del "Play Off" de ascenso a LEB Plata y una afonía importante. Y es que algo mágico tiene este pabellón, que siempre reserva su canto de sirena particular para enganchar a aficionados debutantes como lo fui yo aquella tarde-noche de mayo del 2010.
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Así empezó Pumarín. Hasta 2013 los aficionados se tenían que conformar con ver los partidos en la grada de cemento. |
Obviamente seguí yendo y vi cómo el equipo ascendía a LEB Plata y de ahí a Oro. Hoy, se mira por el retrovisor a todas esas noches mágicas que ocurrieron durante los algo más de diez años de historia del club que esta noche os intento enseñar y que tuvieron lugar cuando era un don nadie del mundo del baloncesto. Dicen que todo tiempo pasado fue mejor, y si te pones a recordar, parece difícil superar la ascensión meteórica del mejor equipo de baloncesto de Asturias: Guadalajara, Andorra, Clavijo, Palencia... victorias o remontadas especiales que para alguien que no conozca el presente de este equipo pueden resultar nostálgicas, aunque, sinceramente, dudo mucho que alguien que en su día siguió al por entonces FEVE Oviedo Baloncesto, no se haya enganchado al hoy Unión Financiera.
Hoy, todas esas anécdotas son vistas desde arriba, (que no por encima del hombro) desde el liderato de la LEB Oro, la segunda categoría del baloncesto nacional, por eso mucha gente se está parando a pensar cuál es la altitud del puerto que estamos subiendo, si hay oxígeno suficiente en altitudes superiores y si lograremos coronar la montaña. Lo que hoy trataremos de descifrar es si merece la pena seguir ascendiendo por un camino yermo, si conseguiremos recoger la cosecha que hemos estado cultivando sobre un terreno que no es, ni mucho menos, fértil. En la hemeroteca, Quesos Cerrato Palencia o Melilla son los batacazos más recientes, pero seguramente no los más frustrantes.
Hoy, todas esas anécdotas son vistas desde arriba, (que no por encima del hombro) desde el liderato de la LEB Oro, la segunda categoría del baloncesto nacional, por eso mucha gente se está parando a pensar cuál es la altitud del puerto que estamos subiendo, si hay oxígeno suficiente en altitudes superiores y si lograremos coronar la montaña. Lo que hoy trataremos de descifrar es si merece la pena seguir ascendiendo por un camino yermo, si conseguiremos recoger la cosecha que hemos estado cultivando sobre un terreno que no es, ni mucho menos, fértil. En la hemeroteca, Quesos Cerrato Palencia o Melilla son los batacazos más recientes, pero seguramente no los más frustrantes.
El pasado viernes 27 de enero, el Oviedo Baloncesto se alzaba con el título de la Copa Princesa de Asturias 2017, ante la siempre estupenda afición burgalesa. Pumarín, ese pabellón en donde pasan cosas, vio como Víctor Pérez, capitán del Unión Financiera, alzaba el título de campeones ante los gritos de "¡Garbajosa, dimisión!" procedentes del sector visitante. Mucha gente presente en el polideportivo achacó esos cánticos a un posible mal perder castellano. Les garantizo que no fue así. En la vida hay que saber perder y los aficionados del San Pablo Inmobiliaria Burgos no lo pudieron hacer de forma más elegante, tras haber animado durante todo el partido tanto o más que el propio Pumarín y sobre todo, tras haber aplaudido al campeón. Sus cánticos vienen de muy atrás, concretamente del año 2013, temporada en la que el por entonces Autocid Ford Burgos conseguía el primer ascenso de su historia a la máxima categoría del baloncesto nacional. Ni si quiera dos ascensos consecutivos más, en 2014 y 2015, hicieron posible, en los despachos, que una ciudad como Burgos, más experimentada que Oviedo en el mundo del baloncesto, en la LEB Oro y no con no uno, sino con dos pabellones ya construidos, tuviese un equipo ACB.
El Autocid Ford Burgos celebra uno de los tres ascensos que logró en la cancha. |
Siguiendo con una hemeroteca lejana en el tiempo pero cercana en cuanto a kilómetros se refiere, nos remontamos 22 años atrás: era 1995 y el Farho Gijón ascendía a la ACB, convirtiéndose así en el único equipo asturiano en conseguirlo hasta el momento. Ese logro fue pan para hoy y hambre para mañana, el principio del fin, el cataclismo astur. Nada más y nada menos que cuatrocientos millones de pesetas de deuda que supusieron un auténtico lastre para Gijón, entidad que a pesar de conservar el derecho a la plaza ACB tras el descenso, tendría una deuda millonaria tanto con CajAstur, como con el propio Principado, con quien se comprometió a llevar publicidad institucional durante muchos años, como muestra de agradecimiento y compensación. Este préstamo supuso el ingreso nulo de dinero de la entidad por parte del banco y de la Junta General, quien, por cierto, dejó de pagar un canon que a pesar de todo, seguiría apareciendo en el pasivo del conjunto gijonés tras el descenso, la temporada siguiente, y que sería imposible revertir a pesar de volver a la máxima categoría nacional cuatro años después y mantenerse en ella tres temporadas más. El club desapareció en 2008.
Para seguir los pasos del Farho Gijón Baloncesto, lo que debe conseguir el OCB es una segunda vuelta casi perfecta, 3.7 millones de euros de canon para poder acceder a una plaza en ACB y una pista con capacidad para más de 5.000 espectadores con parquet flotante, que es el tipo de suelo reglamentario en la Liga Endesa y en las ligas "LEB". Este tipo de parquet es de uso obligado, ya que no está en contacto directo con el duro pavimento que tiene debajo, por lo que es muy recomendable para evitar un impacto elevado sobre articulaciones como tobillos y rodillas principalmente, que juegan un papel fundamental en la práctica de este deporte, además de incidir de manera positiva sobre la presión a la que se ven sometidos los discos intervertebrales. También debe fichar a jugadores lo suficientemente competitivos para lograr mantener la categoría y por supuesto añadir unos cuantos millones de euros más al activo de la entidad que permitan pagarles el sueldo.
Lo más triste de todo es que el Oviedo Baloncesto solo cumple medio de los cuatro requisitos recientemente enunciados: el parquet flotante, pero en un pabellón con capacidad para apenas 1500 gargantas. El híbrido idóneo donde debería jugar Unión Financiera en caso de ascender a la ACB estaría compuesto por el polideportivo de Pumarín y el Palacio Municipal de Deportes de la ciudad, ya que el primero pone el parquet, y el segundo el aforo (que aún no tiene pero se estudiaría su ampliación). Otra de las opciones, en caso de acabar la temporada por todo lo alto sería, como propuso el periodista carbayón, Pedro Zuazua, en el diario regional "La Nueva España", convertir la plaza de toros, inutilizada como tal, en un auténtico anfiteatro romano, un coliseum, construcción que, por ejemplo, ni si quiera sirvió a Burgos como requisito para ser equipo ACB.
Por otro lado, todos aquellos que vean en Carlos Slim y en el Real Oviedo una posible garantía de un futuro ACB pueden ir olvidándose de ello, ya que el Real Oviedo, según la Ley del Deporte, es una SAD (Sociedad Anónima Deportiva). Dicha ley lo que trata de impedir es que una misma entidad tenga más de un equipo en las dos ligas deportivas profesionales que hay en nuestro país: fútbol y baloncesto, haciendo ilegal el hecho de que el Real Oviedo pueda invertir su dinero en una ya hipotetiquísima sección de baloncesto.
En resumen, pienso que el Oviedo Baloncesto debe ser cauto no, muy cauto en su evolución. No tanto en cuanto al aspecto deportivo se refiere, yo ahí no me cortaría ni un pelo, (de hecho, Felipe dos Anjos y compañía no lo están haciendo) pero sí en lo económico-administrativo, ya que debe tener la paciencia necesaria para saber que tal y como están las cosas en los despachos de la Liga Endesa, ascender no sería una opción viable de aquí a unos 5 años. Si hay algo que el fútbol moderno esté haciendo medianamente bien (o mal, según se mire) es asegurar la solvencia económica de quienes hacen méritos deportivos, bien mediante dinero en forma de repartos televisivos o por medio de otras salidas, permitiendo así que equipos en ruinas económicamente hablando puedan competir al máximo nivel en su modalidad deportiva ya que así se lo han ganado en el terreno de juego.
Hoy por hoy y como ya ocurrió con el Farho Gijón en su día, con el Autocid Ford Burgos hace apenas año y medio y como seguirá ocurriendo para desgracia de muchos, en la Esfera que mueve el Mundo hemos deducido que ascender sería el principio del fin del Unión Financiera Baloncesto Oviedo. También condenamos la forma de actuar por parte de los despachos de la Federación Española de Baloncesto y anhelamos que cambie por el bien del espectáculo que tanto prima cuando quieren.
Pumarín durante un partido. A la izquierda el ya famoso muro que impide que haya más de una grada lateral. |
Lo más triste de todo es que el Oviedo Baloncesto solo cumple medio de los cuatro requisitos recientemente enunciados: el parquet flotante, pero en un pabellón con capacidad para apenas 1500 gargantas. El híbrido idóneo donde debería jugar Unión Financiera en caso de ascender a la ACB estaría compuesto por el polideportivo de Pumarín y el Palacio Municipal de Deportes de la ciudad, ya que el primero pone el parquet, y el segundo el aforo (que aún no tiene pero se estudiaría su ampliación). Otra de las opciones, en caso de acabar la temporada por todo lo alto sería, como propuso el periodista carbayón, Pedro Zuazua, en el diario regional "La Nueva España", convertir la plaza de toros, inutilizada como tal, en un auténtico anfiteatro romano, un coliseum, construcción que, por ejemplo, ni si quiera sirvió a Burgos como requisito para ser equipo ACB.
Por otro lado, todos aquellos que vean en Carlos Slim y en el Real Oviedo una posible garantía de un futuro ACB pueden ir olvidándose de ello, ya que el Real Oviedo, según la Ley del Deporte, es una SAD (Sociedad Anónima Deportiva). Dicha ley lo que trata de impedir es que una misma entidad tenga más de un equipo en las dos ligas deportivas profesionales que hay en nuestro país: fútbol y baloncesto, haciendo ilegal el hecho de que el Real Oviedo pueda invertir su dinero en una ya hipotetiquísima sección de baloncesto.
En resumen, pienso que el Oviedo Baloncesto debe ser cauto no, muy cauto en su evolución. No tanto en cuanto al aspecto deportivo se refiere, yo ahí no me cortaría ni un pelo, (de hecho, Felipe dos Anjos y compañía no lo están haciendo) pero sí en lo económico-administrativo, ya que debe tener la paciencia necesaria para saber que tal y como están las cosas en los despachos de la Liga Endesa, ascender no sería una opción viable de aquí a unos 5 años. Si hay algo que el fútbol moderno esté haciendo medianamente bien (o mal, según se mire) es asegurar la solvencia económica de quienes hacen méritos deportivos, bien mediante dinero en forma de repartos televisivos o por medio de otras salidas, permitiendo así que equipos en ruinas económicamente hablando puedan competir al máximo nivel en su modalidad deportiva ya que así se lo han ganado en el terreno de juego.
Hoy por hoy y como ya ocurrió con el Farho Gijón en su día, con el Autocid Ford Burgos hace apenas año y medio y como seguirá ocurriendo para desgracia de muchos, en la Esfera que mueve el Mundo hemos deducido que ascender sería el principio del fin del Unión Financiera Baloncesto Oviedo. También condenamos la forma de actuar por parte de los despachos de la Federación Española de Baloncesto y anhelamos que cambie por el bien del espectáculo que tanto prima cuando quieren.
Lo que es seguro, es que con ustedes el éxito deportivo está asegurado.
Jugadores + Afición = ¡EQUIPO!