Y rodó el balón en el Toralín. Eran las 17:00 h de la tarde y ambos equipos junto con sus respectivas aficiones estaban preparados para ofrecer un gran espectáculo. La previa duró todo el fin de semana, y se desarrolló sin ningún incidente destacable. Buen ambiente en la capital berciana, en donde se podía apreciar la cordial convivencia entre aficionados de los dos conjuntos. Los azules, dieron el primer golpe sobre la mesa, con un claro uno contra uno que el delantero costamarfileño Koné envió fuera. Siguieron avisando: primero Toché de cabeza y luego Hervías tras salir de una serie de chisposos regates muy caractrerísticos suyos, pusieron a prueba los reflejos del meta Santamaría. Pero no fue hasta el minuto 25' cuando se movió el electrónico, y es que, tras una pérdida de balón del conjunto local, provocada por Pavón, hizo que Toché le pasara la pelota a Koné para que este la centrase, el balón rebotase en la mano del propio Pavón dentro del área y Susaeta, desde los 11 metros, abriese el marcador batiendo al portero a pesar de que este adivinase la trayectoria del lanzamiento e incluso lo tocase.
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Aficionados del Real Oviedo, muestran una bufanda en su desplazamiento a Ponferrada. |
El Oviedo estaba cómodo en el campo, dominaba, era dueño y señor de un partido que dio un giro de 180 grados cuando Berrocal, no sé si decir si tras un buen saque de esquina botado por la Deportiva, o una mala defensa del mismo por parte del Real Oviedo, remataba a bocajarro un balón que Andy le puso en bandeja en el corazón del área. A partir de ese mazazo los visitantes se borraron, volvieron a ser el mismo equipo flojo en defensa que nos tenía acostumbrados durante estas primeras nueve fechas de campeonato, debilidad de la que se aprovechó la 'Ponfe' y tras una tonta pérdida de balón del imberbe carbayón, Rivera, Berrocal puso un centro al área que David Fernández, el único defensa que se puede salvar del desastre zaguero oviedista, en el intento de evitar que el ariete local, Yuri, no rematase a la meta de Esteban, envió el balón al fondo de la red. Gran jugador, pero mal ganador, el propio Yuri se acercó al fondo de los aficionados del Real Oviedo pidiéndoles calma y silencio, un provocador gesto sólo comparable al de Raúl o Cristiano Ronaldo en el Camp Nou. Increíble, ¿verdad? El hecho de que fuese el gol de la remontada local y de que el jugador se lo restregase a los aficionados desplazados desde la capital del Principado, caldeó los ánimos del respetable, quien respondió al ariete con insultos y peinetas, merecidos, bajo mi punto de vista.
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Yuri, en la tarde de ayer. |
Cinco minutos después del gol, el árbitro mostró el camino a los vestuarios a los 22 protagonistas y, tras la reanudación, vuelta la burra al trigo: el mejor ataque de la liga buscaba el empate pero los goles no fueron suyos sino del revulsivo jugador local, David Caiado, quién, en el minuto 81' hizo vibrar a la afición tras una buena jugada individual del liberiano Jebor, que metiendo un pase en profundidad dejó en bandeja un previsible regate a Esteban para que el extremo marcase a placer. El Oviedo no se rindió, y prueba de ello, fue la jugada de ataque que provocó el segundo penal del encuentro, pero no por ello menos claro, sobre David Fernández, que transformó Susaeta batiendo a un Santamaría que volvería a adivinar la trayectoria del proyectil del de Éibar. Achuchaban los visitantes pero de nuevo tras una buena contra, la Deportiva sentenció, de la mano, otra vez, de David Caiado, que en el minuto 90' dio la tranquilidad a los de casa.
Con esta victoria la S. D. Ponferradina se aúpa a la templada décima posición, mientras que el Real Oviedo desciende desde la cuarta hasta la octava, un punto, tan sólo, por encima de los vencedores de este espectacular choque de la décima jornada de la Liga Adelante. Enhorabuena a la Deportiva por su gran partido y gracias por el amable recibimiento que tuvimos los aficionados azules en Ponferrada.
¡HALA OVIEDO!